El Tribunal Superior del Reino Unido examina las deudas impagadas del Gobierno cubano desde la década de 1980
En un juicio de siete días en el Tribunal Superior del Reino Unido, un juez examina si el gobierno cubano puede ser demandado por deudas impagadas desde principios de los años ochenta. El juicio, considerado como un caso de prueba, implica al Fondo para la Recuperación de Cuba (CRF1) y al antiguo banco central de Cuba por dos préstamos de más de 70 millones de dólares.
El CRF1, anteriormente conocido como Fondo para la Recuperación de Cuba, posee más de 1.000 millones de dólares en valor nominal de préstamos de bancos europeos concedidos a Cuba a finales de los años setenta y principios de los ochenta, cuando Fidel Castro aún estaba en el poder. Sin embargo, Cuba dejó de pagar la deuda en 1986. El juicio pretende determinar si CRF tiene derecho a demandar a Cuba y si ésta debe pagar.

A lo largo del juicio, los representantes de CRF han declarado que no querían demandar a Cuba, sino que sólo lo hicieron como «último recurso» después de que el gobierno ignorara sus peticiones de negociar durante 10 años. CRF ha hecho más de una oferta al gobierno cubano, incluidos bonos sin cupón de larga duración y canjes de deuda por acciones, que no obligarían a Cuba a aportar efectivo a corto o largo plazo.
Por otro lado, el gobierno cubano ha argumentado que la intención de CRF siempre fue demandar y que el fondo es un «fondo buitre» que se aprovecha de un país empobrecido.
Si CRF gana el juicio, podría dar lugar a nuevas demandas de otros tenedores de deuda con reclamaciones contra Cuba que ascenderían a miles de millones. El gobierno cubano seguirá debiendo el dinero y no podrá obtener préstamos en los mercados internacionales de capitales hasta que salde sus deudas anteriores. El país no ha podido obtener préstamos en los mercados desde 1986 y ha sobrevivido gracias al apoyo de otros países, como la antigua Unión Soviética, Venezuela y China.
El gobierno cubano no respondió a las solicitudes de comentarios, pero el resultado de este juicio podría tener implicaciones significativas para la futura capacidad de Cuba de obtener préstamos en los mercados internacionales de capital y para su economía en su conjunto.
En conclusión, el juicio de siete días en el Tribunal Supremo del Reino Unido es un acontecimiento crucial para determinar el futuro de las deudas impagadas de Cuba y su capacidad para acceder a los mercados internacionales de capitales. Las instituciones financieras internacionales y los expertos seguirán de cerca el resultado del juicio.